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Jul 16 |
Cambio climático en EspañaAutor: Francisco de las Heras | | 1.878 Lecturas
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El último informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas llega a una conclusión clara: El mundo dispone hasta el 2015 o el 2020 para disminuir las emisiones las emisiones carbónicas; en caso contrario, el planeta está en peligro, pues la tendencia al calentamiento será irreversible. Si el cambio climático se produce realmente, sus efectos supondrán un impacto crítico sobre la economía y la vida de miles y miles de personas. Aún admitiendo que se trata solo de una posibilidad remota, y sabiendo que cada vez es más remoto que sea solo una posibilidad, un elemental principio de precaución nos obliga a hacer algo al respecto. La Argentina no posee, ni puede tener, por ahora, una planificación a mediano o largo plazo que le otorguen posibilidades de adaptarse a los problemas que ocasionarán los efectos del cambio climático. Si bien es posible identificar, a grandes rasgos, los fenómenos derivados del cambio climático que están empezando a afectar al país, se ignora cuales serán las áreas y las poblaciones más damnificadas. De esta manera, resulta imposible prever medidas para evitar o minimizar la influencia del aumento de la temperatura del planeta. Esto sucede porque no existe en el país un sistema complejo e integral que permita realizar mediciones hidrológicas y climatológicas que permita obtener los datos necesarios para dar origen a un diagnóstico y poder así diseñar una política estratégica para contrarrestas las consecuencias del cambio climático. La organización de un sistema de mediciones integral empujara a desarrollar un plan a mediano y largo plazo con una continuidad pese a los cambios de gobierno. Sin un diagnóstico que nos explique en que situación se encuentra el país y con que recursos contamos, es imposible determinar hacia donde nos dirigimos. Esta planificación, que debe exigirse desde todos los sectores: económico, político, sociales, ambientales... permitirá tomar acciones que prevean, reduzcan y desaceleren los cambios del clima. La mitigación consiste principalmente en cambiar las fuentes de energía para estabilizar las emisiones de los gases de efecto invernadero. Estos gases, presentes en la atmósfera, elevan la temperatura, puesto que retienen el calor que la Tierra recibe del sol. Es necesario, que los países en proceso de desarrollo, como Argentina, deben contribuir con el objetivo de detener este calentamiento global. Se ha demostrado que para desarrollarse, para crecer e invertir, es necesaria la energía. Es hora que consideremos las fuentes energéticas no contaminantes y que la aprovechemos de manera eficiente. Las ventajas ambientales, estratégicas y socioeconómicas del uso de estas energías son:
La adaptación se basa en acciones que contrarrestan las consecuencias adversas de los cambios del clima. Entre estas acciones, en el país, se debería pensar en mudar a la gente que vive en áreas bajas cercanas a la costa que van a ser inundadas por la creciente del mar, como también, cambiar a tipos de cultivos agrícolas más tolerantes a las sequías, conservar la biodiversidad y reducir la fragmentación de los hábitats. Podemos tomar el tema de la biodiversidad ya que cada vez es más evidente que la biodiversidad y el cambio climático están íntimamente vinculados. El vínculo más claro entre el cambio climático y la biodiversidad fue expuesto en una de las conclusiones del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático: aproximadamente entre 20 y 30 por ciento de las especies de plantas y animales conocidas pueden sufrir mayor riesgo de extinción con un aumento promedio de la temperatura planetaria de entre 1,5 y 2,5 grados. Esto se debe a una variedad de impactos relacionados con el cambio climático que tendrán efectos de largo alcance, por ejemplo la alteración de los patrones migratorios, la degradación de hábitat por el aumento de las temperaturas, los cambios en los regímenes de lluvias y el blanqueamiento de los arrecifes de coral, pues las aguas marinas más cálidas modifican el delicado equilibrio que necesitan corales y algas. Un aspecto clave es encargar un estudio sobre las consecuencias económicas de la destrucción de la biodiversidad, similar al célebre Informe Stern sobre el cambio climático. "Diariamente desaparecen 150 especies. Estamos borrando el banco de datos de la naturaleza a una velocidad dramática", dijo Sigmar Gabriel, anfitrión alemán, al resumir las conclusiones de los debates llevado a cabo en Potsdam, en el mes de marzo del 2007. Para mostrar que este proceso tiene repercusiones económicas, Gabriel dijo que actualmente un 46% de las especies marinas están en peligro y que, si no se hace nada en contra, en el 2050 ya no habrá pesca comercial y no porque ésta vaya a estar prohibida sino porque ya no habrá qué sacar de los mares. "Ello significaría la pérdida del sustento para millones de personas", dijo Gabriel. Para Gabriel, resaltar la dimensión económica de la destrucción de la biodiversidad es algo fundamental porque sólo así se aumentará la voluntad de invertir en medidas que la contrarresten. "Tenemos que dejar claro que la biodiversidad no es un tema que sólo le interese a los ornitólogos y a los amantes de la naturaleza", dijo Gabriel. La "Iniciativa de Potsdam para la biodiversidad 2010" contiene una serie de elementos como el resaltar la interdependencia entre la protección del clima y la de las especies. Entre otras cosas, propone intensificar la lucha contra el tráfico ilegal de plantas y animales, así como la creación de una serie de mecanismos para fomentar el uso sostenible de los recursos naturales. Parece que se ha demostrado lo que muchos ya sospechábamos: Que nos costará menos prevenir que el cambio climático se escape de nuestro control, que intentar vivir con él. | |